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Fintech: El comienzo de un sistema bancario inclusivo en América Latina
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La bancarización es, no solo una de las implicancias de las Fintech, sino la que mayor impacto ha tenido en América Latina desde el surgimiento de las mismas. Hasta el año 2015, más del 50% de los ciudadanos residentes en esta área del continente se encontraban sin una cuenta bancaria vigente.

¿Por qué más de la mitad de los latinoamericanos no tenía una cuenta bancaria en 2015?

Los motivos de esto eran varios. Para empezar, las alternativas de bancos disponibles en estos países eran muy pocas en comparación con las existentes en otros más desarrollados, como Estados Unidos.

Esto dificultaba extremadamente la inclusión de las personas en el sistema bancario, ya sea por no encontrarse dentro de los estándares económicos de clientes aceptados por estos, o por hallarse en zonas alejadas de las grandes ciudades, donde no existen sucursales habilitadas.

Luego, se encontraba el dificultoso procedimiento necesario para formar parte de uno. Además de necesitar trasladarse hasta una sucursal física, el número de trámites a realizar podía demandar horas a las personas que quisieran acceder al sistema, y luego días de espera hasta recibir la aprobación formal de la misma.

La inclusión de la tecnología en el sistema bancario formal

Con la llegada de los primeros teléfonos inteligentes, y la expansión de la cobertura de internet (que aún al día de hoy sigue siendo incompleta), estos impedimentos vieron una sustancial mejora, pero continuaron siendo ineficientes.

Muchos de los bancos más grandes ubicados en estos países continuaban requiriendo que las personas se acercaran a sucursales físicas para abrir una cuenta con ellos, y los que habilitaron un sistema digital para este proceso solicitaban una cantidad de pasos muy extensa que exigía muchísimo tiempo de igual manera a los usuarios. En medio de este contexto, las Fintech vieron una oportunidad.

Aparición de las Fintech bancarias en América Latina

Mientras que muchas grandes potencias bancarias se resistieron a la actualización de sus metodologías, las Fintech vieron en América Latina un enorme potencial de crecimiento gracias a la gran cantidad de usuarios privados de un servicio inclusivo y eficiente. Aquí analizaremos tres de ellas y por qué han triunfado en este ambiente que parecía totalmente monopolizado:

Nubank

Una de las más reconocidas en el ámbito actualmente es Nubank, el neobanco brasileño y Fintech más grande de América Latina, y una de las 50 empresas más innovadoras del mundo según Fast Company 2019.

Hasta el año 2013, el 90% del mercado bancario en Brasil era liderado por solo 5 entidades, hasta que David Vélez fundó Nubank, una competencia directa que ofrecía un trato más veloz, inclusivo y mucho más económico. Todo esto gracias a su metodología de trabajo 100% digital.

Entre las oportunidades financieras que ofrece Nubank se encuentran la posibilidad de obtener una cuenta bancaria completa en cuestión de minutos a través de un Smartphone, una tarjeta de crédito Master Card, atención inmediata a través de la app, y muchas otras más ventajas. Pero lo más cautivador, y que lo volvió un competidor duro en el mercado bancario, fue sus costos de operación y mantenimiento casi gratuitos.

Mientras que otros bancos cobran una cuota de mensual o anual por sus servicios, como mantenimiento de la cuenta o la obtención de una tarjeta de crédito, Nubank ofrece todos esos servicios gratuitamente.

El único cobro que hace la empresa a sus usuarios por utilizar sus servicios es al retirar dinero de un cajero automático, y con los intereses propios de cualquier préstamo o transacción realizada con una tarjeta de crédito. Sin embargo, estos servicios también son cotizados por los bancos tradicionales, y a un mayor costo que el cobrado por Nubank.

El éxito de esta empresa ha sido tal que, en pocos años, ha logrado expandirse a otros tres países donde la inclusión financiera presenta un gran déficit, Argentina, Colombia y México.

Albo

En el año 2016 surgió en México Albo, una alternativa local para abrir una cuenta 100% digital que te permite comprar tanto en linea como en tiendas físicas. De la misma forma, la aplicación para smartphones de la empresa facilita un control y gestión del dinero sin intervención de otras personas, ahorrando tiempo y costos en estos procesos.

Si bien la alternativa de Albo a otras Fintech ha ido progresando desde su fundación, a partir de inicios de 2020 el crecimiento de las alternativas digitales a todos los servicios que conocíamos hasta el momento sufrió una demanda repentina por la aparición del COVID-19 en el mundo.

En ese momento, Albo no fue la excepción, y además de aumentar 6 veces la captación de usuarios superaron más de 2.5x el total de descargas de cualquiera de las alternativas existentes.

Otra diferencia entre Albo y otras alternativas es que esta se trata de un challenger bank, a diferencia de Nubank que se trata de un neobanco. La diferencia radica en que los neobancos ofrecen servicios bancarios 100% móvil y centrándose especialmente en ciertos segmentos económicos mientras son respaldados por un banco tradicional.

En cambio, los challenger bank buscan convertirse en una entidad bancaria con licencia propia, sin respaldo de terceros y sosteniéndose gracias a su dominio de las tecnologías, desarrollo y plataformas móviles.

Actualmente la empresa cuenta con más de medio millón de usuarios registrados y busca convertirse en la opción más elegida por los ciudadanos mexicanos, ofreciéndoles una cuenta de débito sin comisiones.

Ualá

Por último, tenemos a Ualá, una alternativa de Argentina fundada en el año 2017 que inició como una Fintech apuntada al más de 50% de los argentinos que se encontraba fuera del sistema bancario formal.

Al momento de su fundación, el país al sur del mundo llevaba 12 años sin aceptar una nueva licencia bancaria, y sus habitantes aún no conocían ningún banco digital. Su CEO, Pierpaolo Barbieri, buscó romper con esa tendencia y acercar una solución que permitiera a cualquier habitante bancarizarse y gestionar su dinero de manera fácil y transparente a bajo costo.

Actualmente Ualá, que ya posee más de 3 millones de usuarios en el país utilizando su app y tarjeta de débito gratuita, busca seguir ampliando su área laboral y recientemente lanzó Ualá Bis, su alternativa para que las pymes puedan cobrar con tarjetas de crédito y en cuotas tanto de manera presencial como a distancia.